lunes, 12 de diciembre de 2016

Cancún

Quizá piensas que conoces Cancún: 22 kilómetros de prístinas playas blancas que en conjunto forman un número “7”; aguas cristalinas y noches sensuales que se disfrutan bebiendo la margarita ideal, ¿cierto? Sí, tienes razón, pero sólo hasta cierto punto, porque Cancún es mucho más. Localizado en la esquina nordeste de la península de Yucatán, en el estado de Quintana Roo, Cancún forma parte del territorio de la antigua civilización maya y aún es considerado la entrada al Mundo Maya. Cancún se distingue por contar con infraestructura, modernos centros de entretenimiento (renovados en 2006) y filosofía de servicio que rivalizan con destinos vacacionales en todo el mundo. A diferencia de muchas otras partes del Caribe y de México, Cancún fue desarrollado específicamente con fines turísticos, y continúa satisfaciendo las necesidades de sus más de 3.3 millones de visitantes anuales. Este destino ofrece a los viajeros lo mejor de muchos mundos: del Caribe y de México; de los tiempos modernos y los antiguos; de la aventura y la tranquilidad. No tiene par en su capacidad de ofrecer tesoros culturales, bellezas naturales, actividades y las mejores comodidades del estilo de vida más exigente. La historia de Cancún data de 1967, año en que el gobierno mexicano, reconociendo la importancia del turismo para el futuro económico del país, comenzó una acuciosa búsqueda para determinar claramente los sitios ideales para el desarrollo del turismo. Debido a su clima casi perfecto, su belleza natural y fácil acceso, Cancún emergió como la mejor alternativa turística. Lo que una vez fue una aldea alejada y minúscula villa de apenas 12 familias de pescadores se convirtió en el sitio ideal para vacacionar en México. El personal de atención turística de Cancún está entre los mejor preparados del mundo y eso se comprueba en las principales cadenas hoteleras, desde las opciones más accesibles, como Best Western y Holiday Inn, hasta las de gran lujo, como Ritz-Carlton y Hilton. En el paisaje de Cancún abundan las flores exóticas como los flamboyanes, que adornan aceras y plazas (y cuyo nombre hace alusión a la deslumbrante explosión de naranja rojizo) y una fauna fascinante como las prehistóricas iguanas. Este sitio no decepcionará a los entusiastas del deporte. Ostenta cinco grandes campos de golf, increíbles arrecifes de coral para esnorquelear y el buceo profundo, pesca y recorridos por la selva. Y si lo que deseas es recostarte en una playa de blanca arena con el mar Caribe acariciando tus bronceados pies, éste es definitivamente el lugar adecuado. Algunas de las playas más hermosas del mundo están aquí, lo que lo convierte, sin duda, en el destino vacacional más importante en Latinoamérica.

Mazatlán

“Sin chamarra, sin corbata y sin pose”. Éste bien podría ser el lema de Mazatlán, un destino de playa, diversión y cultura sin pretensiones. Mazatlán es un eterno favorito de quienes huyen del frío y buscan un entorno cálido y acogedor. Dotado de una costa salpicada de paradisíacas islas, un hermoso paseo marítimo, kilómetros de playas doradas y lagunas azules, este sitio realmente hace honor a su apodo, "La Perla del Pacífico". Al planear tus vacaciones, algunas veces tienes que decidir: ¿sol y arena o cultura e historia? Mazatlán es uno de los pocos destinos turísticos que ofrecen ambas opciones. En la nueva Zona Dorada, desarrollada en la década de los sesenta, encontrarás una gran cantidad de hoteles, tiendas, bares y restaurantes repartidos a lo largo de playas idílicas; al mismo tiempo, en el Viejo Mazatlán o el centro histórico la vida continúa como lo hacía antes de que los turistas llegaran a los mercados, cafés, iglesias y plazas sombreadas de los barrios tradicionales. La influencia de inmigrantes europeos se hace patente en las tradiciones locales, en particular en un tipo de música que se convirtió en el sello del estado de Sinaloa. No te sorprendas si de pronto te encuentras bailando al ritmo de la banda, una melodía que inyecta energía latina a la música tradicional alemana llamada oompah. Típica de Sinaloa, la banda fue creada cuando los inmigrantes bávaros llegaron a la vuelta del siglo XX. Pronto te darás cuenta de que los mazatlecos, como se llaman a sí mismos los locales, son amigables, divertidos y serviciales. Cualquier época del año es buena para merodear por cafés y restaurantes. Sin embargo, también puedes unirte a la celebración más famosa del pueblo, durante la cual los locales festejan y bailan en las calles: el carnaval, igualado únicamente por el de Veracruz. Los mazatlecos se sienten orgullosos de la restauración de las mansiones del siglo XIX que se sitúan en el centro histórico. Imagina la combinación arquitectónica de los colores pastel de Miami Beach y los balcones de hierro forjado y patios lánguidos de Nueva Orleans. Los mazatlecos llaman este estilo neoclásico tropical. Los amantes de la cocina se enamorarán de la variedad de restaurantes que aquí es posible encontrar, desde rústicas chozas en la playa hasta miradores iluminados con luz de velas. Los camarones se sirven frescos, y los talentosos chefs del poblado han dominado con maestría las recetas locales que los contienen. Disfruta estos frutos del mar empanizados con coco, marinados en jugo de limón (en cebiche), fritos con ajo y mantequilla, flameados con tequila, acompañados con una salsa diabla o simplemente al vapor. Es fácil llegar a Mazatlán; puedes hacerlo a través de las autopistas, el aeropuerto internacional o la marina. Para pasar la noche, encontrarás desde pequeños hoteles familiares hasta lujosas propiedades en la Zona Dorada, que se complementan con cenas gourmet y spas. Al asentarse justo al sur del Trópico de Cáncer, en Mazatlán el clima es semitropical durante todo el año. La temperatura varía de 25 a 30 grados centígrados. Con un promedio de 300 días soleados por año, aquí siempre encontrarás clima de playa. ¡No olvides tu protector solar!